Estamos en la semana de “carnestoltes” y en clase lo estamos celebrando como todo un acontecimiento, a ellos les falta poco para apuntarse a una fiesta y a mí para montarla así que… somos el equipo perfecto.
Hemos hecho una actividad en que cada uno se describía a el mismo con un disfraz… por primera vez les dejaba disfrazarse en una descripción, la actividad me interesaba mucho para ver como se ven ellos mismos. Mi sorpresa al leer sus trabajos es que aunque se han disfrazado no han podido engañarme y he deducido rápidamente de que iban cada uno… los traviesos de mi clase iban de guerreros, luchadores… de súper héroes los futboleros y aventureros , de Mario, Luigi y Digimon mis informáticos y tranquilos niños… Prácticamente todas las niñas iban de princesas, hadas del bosque… he descubierto que tengo en clase un reino donde hay unas octillizas princesas, todas ellas vestidas del mismo color, con corona, zapatitos de tacón… y aunque iban prácticamente iguales según su descripción, sus caras me decían que eran vestidos únicos para todas ellas. Aunque los niño/as se pongan caretas o un disfraz hay una cosa que tengo clara …tanto en casa como en clase siempre son nuestros súper héroes porque nos regalan una sonrisa todos los días y nos rescatan de los momentos tristes, traviesos guerreros a los que les gusta luchar contra las normas intentando salirse con la suya y no hacer los que los adultos les decimos, personajes de ficción a los que les encanta soñar con aventuras que casi nunca ocurren y sobretodo princesas… que con corona o sin corona todas mis niñas son las princesas de mi clase y reinas de su casa.
Según términos “carnavaleros” utilizamos una careta para esconder nuestra apariencia y fingir ser alguien que no somos, actuar o escenificar a un personaje que cobra vida al ponerte un disfraz…pero está claro que depende de los ojos que te miren escondes o no lo que no quieres mostrar. Cuántos de nosotros no conocemos a personas que viven continuamente bajo una máscara porque no saben dar la cara, o personas que se disfrazan de corderitos cuando realmente son lobos... o en efecto contrario que me decís del dicho de... al mal tiempo buena cara... en el que te has de poner un antifaz mágico para que los días difíciles sean un poquito más prácticos. Vivimos rodeados de un carnaval constante en el que cuando éramos pequeños nada de esto parecía existir… pero existía. Así que sólo espero que los niño/as aprendan de sus disfraces, a ser super héroes para sobrevivir en esta sociedad y princesas del siglo XXI a las que correr con tacones no les sea un problema.
Khes patricia
PD:FELIZ SEMANA A TOD@S!
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